jueves, 28 de abril de 2011

Whatever Nro 6: Discos

El local:

GBRL - Camas

Sin apresurarme y con total seguridad puedo afirmarles que este Ep ya se encuentra entre los mejores lanzamientos locales del año.
Compuesto, interpretado, grabado y producido por Gabriel Vaschetto, músico sub 23, ideólogo y responsable de este “no proyecto solista” llamado GBRL, Camas se aventura sin temor a recorrer los caminos menos transitados por las bandas de pop rock local, concibiendo canciones con buena dosis noise, acopiada de ráfagas y matices vinculados al math rock y la música experimental. GBRL hace convivir emociones que suben y bajan con la intensidad lograda por la virulenta y distinguida sonoridad de las guitarras (“Control”, “Asuntos pendientes”) dándose tiempo para experiencias sonoras con mucho shoegazing y maremotos sónicos, logrando su punto máximo en la irresistible “Ataque”.
Vertiginoso y explosivo es el resultado logrado en esta producción por Vaschetto, músico al que habrá que seguirle los pasos de acá en adelante dada su eximia e inusitada inventiva artística.

> Por  Lucas S. Lapalma

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El nuevo:

Shapes Have Fangs - Dinner in the dark

Mes a mes se editan como cachetada de loco álbumes de grupos con tufillo al sonido impuesto por las bandas de la british invasion sesentosa. Publicado en marzo, el debut de este cuarteto con base en Austin (autodefinido como una rhythm & blues garage band), pide pista entre los nuevos representantes del género.
Si bien los americanos caen en lugares comunes, el resultado total es agraciado y satisfactorio en gran parte debido a la impronta rockera predominante del disco, que sólo pasa desapercibida cuando suenan esas dos anomalías experimentales llamadas “The spoils” y “The sulphur & mercury”. Es realmente imposible escuchar “Rattle and confuse me” y no pretender hacer unos pasos de baile o dejarse llevar por el irresistible aire frenético que alcanza el tema. Voces distorsionadas, lejanas, bullangueras, con personalidad, se dejan oír en “Dinner in the dark”, “Cry baby” y “Ghost in the mirror”.
Cerrando el álbum, “Cryin eyes” (una balada narco country) deja en claro que el grupo tiene cuerda para rato y mucho talento por explotar a futuro.

> Por  Lucas S. Lapalma

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El viejo:

Los Intocables - Los intocables

En los primeros 80s argentinos, algunas eyaculaciones de ska se disparaban en Los Twist, Alphonso S´ Entrega, Sumo y Clap. Las primeras bandas totalmente cultoras del género fueron Los Alcaloides y Cadillac 57 (después L.F.C.), apareciendo luego Los Chiflados, Skabú Simbel y los bastante originales Romana Patrulla. También andaba por ahí Sergio Rotman y el punk ska de Día D o Los Marginados.
Los Alcaloides combinaban el estilo two tone con el rockabilly y elementos del punk rock. Con el tiempo, sepultaron la influencia straycatera; sólo el ska se apoderó de sus obras y pasaron a llamarse Los Intocables.
La formación, 8 tarados. En voces, una mujer (Clody) y un hombre (Juan Velázquez), Ricky en guitarra, Gus en bajo, Enrico en bata, Marty en trombón, El Pollo en saxo y Pablo Giménez en percusión.
Conocedores de la cultura ska e influenciados por The Specials, Madness y Selecter, este disco contiene 2 hits: el libertario y bailable "No hay futuro" (era contradictorio ver a la gente saltando y cantando este tema, festejando su desesperanza) y "Él se llama Don José", que trata de la rutinaria y hamburguesada cotidianeidad del hombre medio. La masividad alcanzada x estas 2 canciones ocultó, quizás, la faceta de mensaje social de estos rude boys and girl porteños.
En éste, su 1er disco, hacen un cover de Potato 5, el instrumental "Western special".
11 canciones pegadizas con un sonido más limpio que el de sus presentaciones en vivo. El consumismo es criticado en "Supermercado"; "Nunca digas no" trata de la represión y no olvidemos el circense e irónico "Tiran bombas". "Crímenes en el motel" es un homenaje al género gangsteril y "Necesito ska", una declaración de principios. Adivinen, refería a las tribulaciones de un revoltoso escolar. Como músicos invitados aparecen Vicentico (Gabi, x ese entonces) en "Tan lejos estás" y Fidel Nadal (que tocaba en Los Eunucos con el vocalista) en "Reggae sin nombre", que hablaba del apartheid sudafricano y la opresión del pueblo negro.
A bailar tirándole dardos a la instituciones!

> Por Hugo Gatto

domingo, 24 de abril de 2011

I’m Feelin’ Casanova (is back…)

La banda porteña pionera del neo rockabilly, Casanovas, vuelve a juntarse luego de dos décadas para realizar un único recital en Buenos Aires esta semana; situación que no pretendemos pasar desapercibida. Por esta y otras tantas razones te contamos por qué esta reunión se merece un artículo destacado en el blog.

> Por José I. Alfageme.

Baires. Situación: postguerra de Malvinas. Se estaba gestando una nueva ola de recambio en el injustamente llamado “rock” nacional de aquel entonces. ¿Fusionar rockabilly, punk rock ‘77, psycho darkie y rock and roll? Algo hasta ese entonces impensado y arriesgado. Presentados en un gig punkie por Fidel Nadal (ex T.T.M. y en ese momento Los Eunucos), a principios del ’83, Pablo Carmona (contrabajo, aunque en los comienzos se hizo cargo de los parches) & Claude Cat Fernández (voz inicial y luego stand up drums) bautizan su proyecto como Los Dínamos, fugazmente, para dejar paso al nombre Gatos Engrasados (“mi grasa está en tu pelo, la tuya está en tu mente” rezaba uno de sus primeros himnos), y finalmente, el nombre inmortal: Casanovas (tomado de una parte de la letra del tema “Stray Cat Strut” de Stray Cats).

Estos cuatro integrantes plasmaron el primer disco homónimo del grupo en 1986, producido por Daniel Melero y con invitados del under (y no tanto)  porteño de renombre, considerado como una de las obras más originales de rock de las últimas décadas en la Argentina y pieza de colección en vinilo ya que jamás fue re – editado en CD.
No quedan dudas de que fueron los pioneros tanto desde lo estético y musical en imponer este género por estas tierras. Primero como trío  con Stu – Kat en guitarra (Stuka de Los Violadores y por aquel entonces también invitado de Geniol Con Coca) y luego como cuarteto con el ingreso del platense Flavio Sarmiento en voces y Carlos Cruzado (Sid), que llegaba para quedarse con la guitarra casanova para conformar este combo genial.

Llegaron a la popularidad después de soberbias actuaciones en los programas íconos de la caja boba de la época: Feliz Domingo, Sábados de la Bondad y Badía & Cia., pero luego de escándalos y rebeliones contra el monopólico negocio del rock, misteriosamente descendieron en los charts de difusión de ese momento, pasando a ser otra banda de culto más.
Algunos cambios en la formación no muy acertados y la grabación y edición de un segundo L.P. (Somos nosotros) con una marcada influencia Stone (pero no rolinga eh!) hacen que lentamente su brillo inicial se vaya esfumando hasta que a comienzos de los ’90 la  banda se disuelve por completo.
Cada miembro se dedicó a proyectos personales y formar parte de otras bandas, algunas con cierta repercusión como es el caso de Flavio con Historia del Crimen.

Este 2011 vuelven pero con Hernán Cotelo en contrabajo (que desde hace unos años acompaña a Sid en su trío Sid & Campeadores) ya que Pablo Carmona está dedicado exclusivamente a su proyecto de jazz desde hace un buen tiempo y una información de último momento cuenta que también no será de la partida Flavio Casanova, en su lugar ingresará otro experimentado rocker, Daniel Allevato (ex Gallos Negros) en voces.
Después de más de 2 décadas y con la premisa de festejar los 25 años de la edición de ese genial debut discográfico regresan a los escenarios. Consagrados músicos/amigos serán de la partida, asegurando un show al nivel de las expectativas generadas. Gamexane (Todos Tus Muertos) y Marcelo Pocavida (actual solista, ex Los Baraja y Cadáveres entre otros) son algunos de los invitados en este esperado show. Se grabará a su vez un DVD en vivo que seguramente plasmará la pasión de lo que ellos consideran como verdadero rock n´ roll. Es inevitable esperar con ansias para ver que se traen entre manos ahora y pensar, sin duda, que el rock no estuvo muerto todos estos años, sino que es un rocker - zombie que atacará de nuevo este Jueves 28 de Abril en La López (Vicente López al 2100, Recoleta, Capital Federal).-

viernes, 22 de abril de 2011

Whatever Nro 6: Música sin tiempo... a 20 años de Screamadelica


:: Bobby Gillespie con la tapa de Screamadelica, 3er disco de Primal Scream.

Probablemente, hablar de lo que significa Screamadelica de Primal Scream a veinte años de su lanzamiento pueda resultar, en principio, un tanto anacrónico. No sólo hay dos décadas de distancia que marcan la existencia de nuevas formas de circulación de los discursos musicales, sino que, además, aquellos rasgos que hicieron del disco algo absolutamente novedoso en relación a su contexto de aparición, hoy parecen haber sido aprehendidos y naturalizados. No obstante, y más allá de toda especulación, Screamadelica representa, junto a Loveless de My Bloody Valentine y Blue lines de Massive Attack, una de las razones por las cuales 1991 es un año bisagra en la historia de la música popular británica.
A decir verdad, antes de este álbum, Primal Scream parecía retratar a la perfección la confusión que sentían muchos músicos del archipiélago imperial a finales de los ‘80. Particularmente, los dos primeros discos de la banda no habían sido experiencias del todo satisfactorias. La búsqueda de un sonido propio había resultado infructuosa y el destino de la banda era, al menos, incierto. Sumado a esto, con la explosión del fenómeno grunge al otro lado del océano, los resabios de la escena Madchester empezaban a hacerse cada vez más evidentes y la lógica parecía indicar una vuelta impulsiva a la hegemonía de las guitarras.
Sin embargo, un remix ocasional de un track del segundo álbum de Primal Scream ("I'm losing more than i'll ever have") a cargo del DJ Andrew Weatherall terminó siendo la base de lo que hoy conocemos como Screamadelica y significó, a la vez, una clara metáfora en tiempo presente en relación al viraje del sonido de la banda. Dejando de lado la estructura clásica de la canción, Weatherall rescató algunos elementos distintivos (algunas guitarras y una inolvidable línea de trompeta) y les agregó una base loopeada y algunos samplers. Así, a partir del reciclaje de un registro anterior de la misma banda, surgió “Loaded”, primer single del álbum y uno de los momentos más logrados de la mixtura entre rock y electrónica que representa Screamadelica.
Este hecho puntual es, en cierto punto, un resumen del espíritu que atraviesa el álbum de principio a fin. Con una producción centrada en la estética de la escena del acid house de finales de los ’80, las progresiones de elementos que van intercambiando el protagonismo tímbrico son fundamentales para el efecto de trance que logra buena parte del disco. Pero nada de eso sería posible sin la presencia de elementos de la psicodelia, la huella de los Rolling Stones, el free jazz o el gospel. Por eso, lo que se impone es la abstracción, la combinación y, en última instancia, la resignificación de lo particular en un nuevo contexto.
Ese nuevo contexto es, precisamente, todo lo que sucede en los sesenta y cinco minutos de Screamedelica. La confusión entre elementos del pasado y el presente, la proyección hacia el futuro, pero sobre todo, el libre fluir de la música. Una música sin tiempo que se nutre de todo y nutre a todos - desde Oasis a los Chemical Brothers - pero, fundamentalmente, vive por sí misma en cada una de las formas que trabaja el álbum. Por eso, veinte años después, la prueba de la inmensidad de un disco que supo mirar hacia delante se encuentra en la música y en las sensaciones sin fechas de caducidad. Si bien el contexto es otro, las canciones se mantienen intactas y la pluralidad y el orden interno del disco siguen siendo sus principales virtudes. Hace veinte o mañana, Screamadelica sigue (seguirá) siendo Screamadelica.

> Por Juan Manuel Pairone

miércoles, 20 de abril de 2011

Whatever Nro 6: Silencio (25 años)


:: Silencio, disco de Los Encargados editado en 1986

Se cumple un cuarto de siglo de la salida de uno de los discos, que marcaría a fuego la forma de comprender el pop en el rock argentino. Allá por 1986 el debut de Los Encargados (y único álbum que editarían) replantearía las bases de la formula compositiva dándole un lugar capital a los sintetizadores en la esencia de las canciones.
A pesar de haber comenzado su carrera en 1982 y estar amagando en dos oportunidades con sacar un par de discos que todavía permanecen inéditos, Encargados editó el debut y despedida un año antes de desaparecer oficialmente en 1987. Pero la historia demostró que su  corta carrera fue de una intensidad única. Hacía tiempo que venían arrastrando el reconocimiento de los críticos por su veta de novedosos, extraño glamour y letras melosamente explicitas a las que no les faltaban un par de metáforas espaciales o de ciencia ficción que, pueden hoy en día sonar absurdas, pero mostraban cierta inquietud e interpretación del panorama internacional. Gran parte de la herencia de la new wave se asomaba por sus hombros y miraba un suelo donde todavía no había dejado alguna huella.
Silencio salió al mercado y se volvió un éxito. De ahí la paradójica anécdota, ya que parecería ser un disco cuasi olvidado en nuestros días a pesar de haber sido elegido disco del año, "Sangre en el Volcán" escalaba charts y Soda Stereo tomó “Trátame Suavemente” y la hizo explotar. El replanteo fue tal, que las subsiguientes bandas pop sin querer (o queriendo) estuvieron influenciadas por Los Encargados. Y eso que el álbum no tiene guitarras, sino que es un entretenido crucigrama de tecno pop, abrasivo, dulce, lleno de relieves. Una cadena montañosa de nuevas sonoridades.
En la bastante extrema escena del rock argentino de la década de 1980 es incuestionable la posición que toma el pop replanteándose como movimiento, sin ir más lejos Virus es un claro ejemplo. La tecnología comenzaba a ocupar un nuevo lugar en el proceso de grabación y composición, eso despertó incertidumbre en dogmáticos de las anteriores formas, en muchos casos.
Pero de todo eso se trata la reinvención, la inquietud, el movimiento. Por eso conmemorar los 25 años de Silencio, que amado y detestado fue uno de los trabajos musicales decisivos para lo que seguiría después. Joya subterránea como pocas y comienzo de lo que sería la alucinante carrera de Daniel Melero en su faceta de visionario productor y compositor. Hay que recordarlo como lo que es, ese momento específico, esas ecuaciones únicas y fórmulas poderosas. Ese laboratorio que por defecto la música debería ser.-

> Por Luis Meinberg

lunes, 18 de abril de 2011

Whatever Nro 6: Nicoicon


:: Nico (Christa Päffgen)

Que empresa complicada es hacer un documental sobre la oscuridad, la increíblemente espesa. Todo lo realmente misterioso puede volverse inabarcable, sobre todo si el objeto de la investigación ya no está, como es el caso de Nico. Personaje interesante como pocos, esta multifacética mujer europea es un interrogante en sí mismo; una persona prácticamente sin raíces, de alma hermética y de presencia hermosa y macabra.
Dada su explosiva belleza, de pequeña perteneció al circuito de la moda y el arte, haciendo campañas publicitarias y participando en películas. Pero la sonrisa acaba ahí, ya que esta, es la historia del patito lindo que quería ser feo. Fichada por Andy Warhol en Nueva York, historia por demás conocida es su inclusión como cantante en el primer disco de la Velvet Underground y su posterior e inimitable carrera en la música.
NicoIcon es un rockumental de corta duración, que difícilmente responda algún interrogante acerca del mito Nico, pero no se puede cuestionar lo atrapante que es: entrevistas a gente de la altura de John Cale e imágenes de archivo que son lo mejor de todo el viaje (filmaciones en vivo de momentos altamente psicópatas, dementes y oscuros). En la historia de la música, Nico es un misterio inmenso. No se sabe de dónde nacía todo lo que creaba y sus formas de interpretar, de minimalistas a intensamente nebulosas y densas. Es un viaje de una hora a un universo paralelo de lo que significa la industria en sí, un testeo del verdadero underground, una verdadera e intensa búsqueda en el arte interno sin tapujos ni resentimientos. Sin caer en el juicio por las formas de vivir, estamos frente a una interesante investigación sobre lo subterráneo y el intento de saber qué es lo que lo moviliza, y seguimos con la duda.

> Por Luis Meinberg

jueves, 14 de abril de 2011

Whatever Nro 6: La sobrevaloración del artista


El arduo laburo de un músico muchas veces deja de ser valorado objetivamente cuando el mismo adquiere fama y reconocimiento masivo. Mantener el nombre del artista bien arriba asegura que sus obras no se devalúen y cualquiera sea su producción, será justificada y valorada mucho más arriba de lo que su calidad respalde.
Al parecer, el creador y su obra forman parte de un proceso evolutivo complementario en el que en un principio la obra es la que posee un valor de calidad propio, y en la medida en que pasa el tiempo, ese valor se va transfiriendo al músico, importando muy poco la calidad de su obra, ya que haga lo que haga será valorada tomando en cuenta únicamente quién fue su inventor.
Esto es muy común verlo en la música, donde la mayoría de los cantantes o bandas que en un tiempo vivaron por un concepto y estilo propios, evolucionan (o eso creen), pierden la esencia de lo que eran y la razón por la que eran valorados se diluye, pero paradójicamente su fama sigue en ascenso; aquí aparece el concepto del título de esta editorial: se sobrevaloran.
A pesar de todo (y como toda excepción a una regla), creo que la sobrevaloración no necesariamente anula la totalidad de la obra de un artista por más que al cambiar de estilo, este, mejore notablemente su calidad. Si se llegó al punto de que un creador está sobreestimado es porque algo en su producción tiene calidad y valor estético suficiente para así serlo. Una devaluación como producto de la sobrevaluación es igualmente grave para el arte en general. Los discos que se graban deberían ser simplemente elegidos por su valor como pieza artística y no por quien la firma, lo cual aplica también para apreciar nuevos talentos de poco renombre pero con producción excelente y un trabajo intachable.
Lo que realmente indigna muchas veces, es como muchos artistas o bandas reciben el ninguneo constante y son eclipsadas injustamente y otras se ven completamente alabadas, sea cual fuere su producto.
En variadas oportunidades, el público consumidor no se da cuenta del daño que puede causar a ciertos artistas, que por su calidad lo merecen todo (o mucho más de lo poco que reciben, al menos) y que por escasa popularidad apenas trascienden.
Quiero fervientemente creer que también se trata algunas veces de nacer en el lugar correcto y en utilizar el idioma universal del rock para poder subir esos peldaños tan difíciles que todo (o algunos) artista/s quizás desea/n para poder seguir su obra y un cierto reconocimiento o porque no, tomarlo como un trabajo a tiempo completo.
Si nos remitimos al plano estrictamente nacional, será cuestión de nacer en la ciudad indicada (aunque la malaria llegó hasta allí también no?); donde constantemente escuchamos que el de arriba (o el de ajoba) atiende solamente ahí, pero si lográs sacar turno (algo tan difícil como ser reconocido muchas veces), tenés que esperar varias vidas para ser atendido y no siempre de la mejor manera.-

> Por José I. Alfageme..

martes, 12 de abril de 2011

Whatever Nro 6


Nuevo número del zine cargado de artículos y visiones sobre la música y su vario pinta y desnaturalizada cultura rockera en las palabras de Sparröw V.M., Error, Simon On, Pai, y Pupper... un clan de melómanos sin filtro.
A partir de hoy podés buscar tu ejemplar en los lugares de siempre.

:: "Orbitando", canción de la banda Los Encargados perteneciente a su primer disco Silencio.


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Donde conseguir Whatever?

 ... en la ciudad de Santa Fe:

* Hunab Ku (San Martín 2047, local 2)
* Genesio Tattoo (Galería Colonial, frente a Megaforce)
* Metavisual (Hipólito Irigoyen 2985)
* AMR (Salvador del Carril 1512)
* San Francisco tatto & piercing (Salta 2641, Gal. Sol Garden local 6, 10 y11)
* Tao Sur body piercing studio (San Martín 2047, Gal. Rawigo local 14)
* Haus (Lisandro de la Torre 2516)
* Harley (San Martín 2254, local 21)
* Spiderman (San Martin 2185, local 21)
* Megaforce (Galería Colonial, local 33)


Universidades, bares, cineclubes, otros locales del centro de la ciudad también lo tienen... busquelo, anímese a preguntar por él y si no lo tienen exija su ejemplar.

> En la ciudad de Esperanza:
* La Viola Music (Sarmiento 1973)

> También en Paraná, Córdoba y Rafaela (próximamente las direcciones donde los podés encontrar)