lunes, 27 de junio de 2011

Whatever Nro 7: The Residents - La jarana ocular




















La siguiente anécdota es de carácter dudoso: cuenta la leyenda que en pleno apogeo del flower power, allá por mitad pasada de los sesentas, un grupo de personas (de número indeterminado) viajaba en una especie de vehículo hacia aquella Meca llamada San Francisco. Y también se dice que tuvieron que detenerse antes, supuestamente en un lugar llamado San Mateo y decidieron quedarse ahí y establecerse. De más está decir, obviamente, que el cómo y de donde se conoce esta gente, es mera habladuría.
Así, la especulación es casi la única manera de comentar sobre el nacimiento de The Residents, la banda que daría vuelta los esquemas del planeta sin que casi nadie en absoluto lo notase. Es intrigante hasta la fascinación observar el hecho de cómo un inquieto grupo de gente que se mantiene activo enérgicamente desde hace ya más de 40 años puede, en muchos sentidos, mantenerse en la oscuridad. Pero bueno, quienes los reconocen, al instante saben, que su génesis conceptual llega desde ahí, de lo profundo, lo oscuro, esos lugares que te pasan por al lado y nunca les llevaste el apunte, el centro de la galaxia.
Estamos hablando de verdaderos outsiders, lisa y llanamente. El halo de misterio que los maquilla es interminable. Nadie conoce sus identidades, ni sus caras, ni sus gustos a la hora de comer pizzas. Los seres que componen a los Residents hablan a través de una serie de personajes larguísima y deforme. En los primeros 10 años de su “carrera” sólo tocaron un par de veces en vivo, mientras que seguían sin asco escupiendo nuevo material, cada vez más jugado, poniendo sobre la mesa su interpretación de poder convertirlo todo en arte. Y es acá mismo donde la banda se separa del resto.
Completamente alejados del mainstream, crearon su propio sello: Ralph Records, a inicios de los 70. A través de él lanzarían todos sus discos y experimentos, sonoros y visuales. ¿De qué va esta rola? The Residents es por defecto LA banda multimedia. Creyentes de que el concepto hay que atacarlo por todos los sentidos, la gran mayoría de sus trabajos viene acompañado por cortos, videoclips o cualquier cosa imaginable; desde Eskimo, que está secundado por una película a lo fotomontaje, hasta Commercial album y su intento de crear 50 canciones de comercial espíritu pop, cada una acompañada con su videoclip. La lista puede continuar: juegos en CD Rom que acompañan lanzamientos (Freak show), comics, películas inéditas, series en YouTube (Bunny boy), y una lista interminable de sus míticas presentaciones en vivo - marca absoluta de su carácter innovador.
Esta gente, que nunca se quedo rascando la cabeza, ha parido el híbrido artístico de los más intrigantes en la historia del siglo XX, y eso que todavía siguen activos.
Dueños de las empresas más extrañas a la hora de gestar sus proyectos, la idea capital de descomponer la historia de la cultura norteamericana (al igual que Zappa) es uno de sus motores. No solo trabajan con las vueltas de tuerca y reinterpretaciones de su entorno, de toda la historia que les enseñaron, sino también con los personajes míticos del trajín yanki. Miles de ejemplos aparecen al tratar de explicarlo, pero para citar un par a tener en cuenta no hay que olvidar The king & eye (1989) con reversiones de Elvis; Stars & Hank forever: The american composer series (1986), y recordar todos los momentos en vivo donde recuerdan melodías musicales de la era dorada de Hollywood. Hasta puede decirse que estéticamente The Residents es una banda única, dado su carácter iconográfico, que durante muchos años mantuvieron vivo: el globo ocular vestido de etiqueta. Todos los días es una oportunidad única para volver a conocerlos, arroparse en su humor y misterio cómodo, para darse cuenta de algo que ellos siempre enseñaron, que cada uno es y puede ser un Resident.


> Por Luis Meinberg

viernes, 24 de junio de 2011

Whatever Nro 7: All Tomorrow´s Parties (el documental)


           : : Algunos de los artistas que aparecen en el documental del Festival ATP

El Festival bautizado con el mismo nombre que la pasmosa canción interpretada por la Velvet y Nico, All Tomorrow´s Parties, tiene su documental editado en 2009, donde coexisten un curador de gusto excéntrico que cambia año a año (alguna vez ese lugar le tocó a Mike Patton & Melvins, otra a Portishead, otra a Nick Cave, y así), artistas de vanguardia y, lo más atractivo, una increíble cantidad de imágenes, en el formato que sea (video, super8, capturas de celular…) que logran que la película se convierta en una experiencia tan deleitable, inusitada, cruda y cautivadora, que nos hace partícipes del descontrol y esa especie de libertad desahuciada que se vive en los días que dura ATP. Jonathan Caouette (Tarnation) es co-director del film; los que vieron su ópera prima sabrán de qué va su estilo, que acá es infalible.
El canadiense mete mano a filmaciones y videos captados por el público, músicos y organizadores. Esto es lo fascinante de la película, todo parece tan real y natural que es imposible despegar los ojos de la pantalla; gran mérito de la edición y música que acompaña las imágenes - extractos de canciones, éxtasis on stage, bullicio, entrevistas, fiestas, zapadas al aire libre, músicos y fans cara a cara, ruido, música. Las bandas: Battles, Grinderman, Sonic Youth, Grizzly Bear, Yeah Yeah Yeahs, Les Savy Fav, The Stooges, Seasick Steve, Two Gallants, John Cooper Clarke, Mögwai, Daniel Johnston... Caouette nos endulza con poco, nos hace escuchar los extremos, no deja ninguna canción entera y nos arrastra por todo ATP mostrándonos el salvajismo y la belleza de un Festival que marca una gran diferencia ante los demás (no sólo por no tener sponsors), sino que gracias a sus curadores nunca se parecerá a su antecesor.


> Por  Lucas S. Lapalma

lunes, 20 de junio de 2011

Whatever Nro 7: The Feelies - Eterno retorno

 











El plan puede sonar perfecto: se reúne la banda, se realza el regreso, se organizan los recitales, se edita un Cd o un Dvd en vivo, se cuentan los billetes y listo, todos contentos. Bueno, habrá algunos que disientan con la idea de las vueltas a los escenarios de bandas separadas. Para el común de los grupos este propósito es rentable y poco les importa si se destruye alguna teoría de principio artístico. El caso de The Feelies se aleja de lo normal y hasta dan ganas de festejarlo de pie y con aplausos: la banda no se juntó para hacer recitales cultores del revival y la nostalgia, al contrario, se reunió después de veinte años para grabar un disco fantástico dotado de armonías que harán las delicias de todo aquel adorador de la sonoridad ominosa, elemental, y estimulante apadrinada por Lou Reed y tan típica de las bandas neoyorkinas, aunque por momentos el grupo también nos haga asociar casi inmediatamente su sonido al de los primeros discos de Wire.
A ver, hagamos un poco de historia pero, más que nada, marquemos el punto de inflexión de esta anda, el álbum Crazy rhythms (1980), su primer disco, que influenció a muchos músicos pero que popularmente pasó desapercibido.
Gran parte de la escena subterranea difundida por las radios del collage americanos (Pixies, The Embarrassment, Violent Femmes, Weezer, Yo La Tengo, etc) le debe mucho a los Feelies.
En su nuevo disco (Here before) se oyen reminiscencias del sonido no wave y proto punk, ese nervio tan típico que marca a fuego a las bandas de la Gran Manzana: de la Velvet, pasando por Talking Heads, a The Strokes... Ahí está el fuerte de The Feelies y su retorno, lograr salir impune a través de 13 canciones, una mejor que la otra, que ya son parte de de un nuevo disco clásico generado por una banda que decidió no quedarse con su pasado como mejor legado, sino que lo actualizó gracias a su nuevo álbum.


> Por  Lucas S. Lapalma

viernes, 17 de junio de 2011

Whatever Nro 7: Discos

El nuevo:

Hunx and Hix Punx - Too young to  be in love
Seth Bogart, líder de este proyecto, se secundó de cuatro mujeres (The Punkettes) para grabar este álbum producido por Ivan Julian (Richard Hell & The Voidoids) y fabricar un puñado de canciones de acordes simples tan cercanas al bubblegum como al rock&roll. Se nota en la forma en que los californianos ejecutan las canciones su conocimiento al pie de la letra por los grupos de chicas de los 60´s (The Ronettes, The Shangri-las), las bandas power pop y los grupos insolentes del proto punk Neoyorkino.
El seseo de las voces de Bogart se complementa perfectamente con los coros de las chicas encajando esas dos emociones tan presentes en el álbum: las alegrías y las angustias del amor, generando un encanto nostálgico difícil de resistir (“Lovers lane”, “Blow me away”, “To Young to be in love”). El costado más punk rockero del disco (“Can we get together”, “Tonite tonite”, “Bad boy”) anima con ganas a subir el volumen. Divertido y fantástico a la vez Too Young... encarna el éxtasis juvenil en buena forma y los exterioriza a través de canciones encantadoras.


> Por  Lucas S. Lapalma

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El viejo:

Don Cornelio y la Zona – Don Cornelio y la zona
 
El new wave irrumpía en nuestro país entrados los ’80 de la mano de varios artistas y bandas. Formados en 1984, Don Cornelio mostraba un costado muy interesante sobre todo desde sus letras sentidas y una poesía urbana que los hizo una de las bandas más exitosas de ese momento con esta primera edición, producida por Andrés Calamaro y registrada en 140 horas en los Estudios Panda. Calamaro  tomó la batuta de la producción artística y les indicó hasta que temas tenían que bajar de tempo. Resultado: éxito radial asegurado. En vivo la banda sonaba más punk que en disco, pero su popularidad del momento sin dudas se debía al buen puñado de temas que plasmaron en este primer L.P. Con el arte gráfico de Nessy Cohen, el disco recorre con “La luz de la cara roja”, “Imagen proyectada”, “Tazas de té chino”, el archiconocido “Ella vendrá” y el genial “El rosario en el muro” el camino que los hizo ser una banda revelación y elegida por varios artistas consagrados de la época, atraídos principalmente por su sonido oscuro pero audible. Ya para su segundo trabajo Patria o muerte (1988) pasarían a llamarse simplemente Don Cornelio.

> Por José I. Alfageme

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El Local:

Un Día Perfecto Para El Pez Banana - Udppepb
Los EP’s cortos tienen un factor que, en general, resulta infalible: te dejan con ganas de más. Este sexteto cordobés, que toma su nombre de un cuento de J.D. Salinger, no resulta la excepción. Desde la introducción disonante (en el buen sentido) de “Corre corre” hasta “Es montaña”, la banda va trazando un camino lleno de estructuras dinámicas y cambiantes, con el constante juego de las guitarras, las armonías de sus dos voces femeninas, y ese constante feeling adolescente, casi extraído de algún personaje del escritor neoyorquino. Apenas cuatro canciones son suficientes para dejarnos con un buen sabor, gracias también a una muy buena producción, de nivel profesional. Influenciados, según palabras propias, por bandas como Foals, Animal Collective, o Café Tacuba, no resulta muy sencillo encasillarlos en un género demasiado específico. Es preferible, entonces, decir que se trata de una banda Indie pop, con ese sonido típicamente soñador, suave, pero sin llegar al lo-fi, y decididos a brindar algo puramente original a la escena Indie, no sólo local, sino también nacional.

> Por Lautaro Albarenque

martes, 14 de junio de 2011

Whatever Nro 7: Sublevados - 23 años de punk















La necesidad de rebelión no es patrimonio de las metrópolis, el grito del oprimido puede sonar en Londres, en New York, Buenos Aires o en Ramírez, provincia de Entre Ríos, Argentina. Puedo imaginar el ahogo juvenil en una ciudad chica, pero también puedo ver los resultados de la valentía musical que lo resiste… La supervivencia que se ha convertido en dinámica con 23 años de punk.
Esta historia nace en 1988 en Ramírez, Entre Ríos. Los hermanos Romero: Ale en batería y Marcos (Panter) en voz, Gonza Béliz en guitarra y el Ruso Erbel en bajo forman Contrabando. Con el tiempo se llamarán Sublevados y serán la banda punk con más trayectoria en la región (estoy hablando de Entre Ríos, Santa Fe y alrededores).
Influenciados por Sex Pistols, The Exploited, U.K. Subs, Misfits, La Polla Records y más, lo primitivo, lo crudo, el grito con causa convierten al grupo en su referente. Debutan en 1990 y hasta hoy no pararon de tocar.
En junio de 2002, graban su primera producción No Somos Imbéciles. Desde su tapa (un dibujo de la constitución nacional encintada) ya se combate; 11 ráfagas de ametralladora crestuda en donde no queda institución en pie. El poder armamentista, la represión policial, el encierro carcelario, el conformismo son atacados sin descanso en esta primera refriega musiquera.
En diciembre de 2006, graban Sublevados, su 2do disco, que sale por Imperdible Records; cuenta con la producción de Sergio “Chuchu” Fasanelli, integrante del legendario sello Radio Trípoli. La limpieza de esta producción, por fortuna, no desinfectó la intención sublevada; la potenció. ¡Altas dosis de street music! A sus letras políticas se le une la épica urbana, canciones como espejos nihilistas de la realidad vista y vivida. 13 temas más el cover castellanizado de “Hier komnt Alex” de Die Toten Hosen, que refiere al film La naranja mecánica.
Realizan shows en toda la región y Buenos Aires, compartiendo tablas con innumerables bandas incluyendo Los Violadores, Renderings (Alemania) e Ilegality (Eslovaquia). La energía sublevada en directo tiene olor: aroma a under, perfume a pogo, y eso está envasado en su disco En Vivo, de diciembre de 2007 que contiene canciones que no están en sus trabajos anteriores.
Actualmente, los Suble (Panter, Emi, Cepillo, Taco y Yuyo, sin olvidarnos del “sexto sublevado”, René, organizador a super pulmón de los gigs más salvajes que se han dado últimamente en territorio pankza verde), se encuentran en la última etapa de grabación de su cuarto disco, que contará con 15 temas propios (uno instrumental) y un cover. Como invitados participarán Tano (Muerte Lenta) en voces y Gonzalo (el primer violero de la banda) en voces y algún que otro solo. La producción, probablemente, estará a cargo nuevamente de Chuchu Fasanelli.
En una de sus canciones se preguntan “Libre ¿de qué?”, y ellos son libres, libres del mandato de los popes de la música, lejos de la pose, del “perreo” histriónico de la gilada. “Denunciar las injusticias es el principal motivo que nos mantiene activos”, declaran en una entrevista brindada al ´zine La Fuerza De Los De Abajo en 2009. Motivo que me obliga a afirmar, a decir, a predecir lo obvio: El punk nunca morirá.

> Por Hugo Gatto

jueves, 9 de junio de 2011

Carretera directa al lado salvaje del rock


Particulares Rockin’ Orquesta presenta su flamante primer álbum este fin de semana en la ciudad, motivo por el cuál aprovechamos para hacer una reseña sobre este y adelantarte lo que se va a poder escuchar en el Teatro. > Por Guillermo Pez (a.k.a Willy Fish).

Particulares Rockin’ Orquesta = Spärrow, Joe y GG = Trío.
Esta ecuación hace fluir en mi cabeza febrilmente rockera grandes tríos históricos como Cream, Jimi Hendrix Experience, ZZ Top, Motorhead, Stray Cats, The Police, The Jam, Nirvana, Primus. La asociación de Particulares Rockin’ Orquesta con estos emblemáticos tercetos no resulta para nada ilícita o descabellada.
Apenas comienza a sonar el CD se inicia, en simultáneo, la proyección cinematográfica. La ópera prima de Particulares Rockin Orquesta posee ese fascinante encanto de una explosiva road movie que invita a transitar agitadas y polvorientas carreteras a lo largo de los 39 minutos y 20 segundos que dura la placa.
Según sus músicos “Particulares Rockin’ Orquesta 2011 tiene un concepto muy cinematográfico y dentro de este tópico recorremos tanto policiales negros como cine clase B y demás géneros que nos interesan y vemos que podemos incorporar ciertos elementos de ellos a nuestra propuesta”.
Desde el arranque con la rola hardrockera “(Lo prefiero) on the rocks” hasta el final con el delta blues “Viejo sauce”, el álbum está impregnado de poderosas contexturas que remiten inexorablemente a AC/DC, Motorhead, Riff, Brian Setzer Orchestra & Stray Cats, The Clash, Havana 3 A.M. (mítico proyecto tex mex que inició Paul Simonon luego de su paso por The Clash), Sam Mitchell, The Cramps, ZZ Top, The Reverend Horton Heat. Rancio rock sureño con dosis de hard rock más rockabilly & boogie con un plus de tex mex más country y el agregado de equilibradas cantidades de swing y psychobilly.
Mención especial para el track Nº5: “Maniac cop”, homenaje al clásico del cine de clase B dirigido por Larry Lustig en el año 1988.
Spärrow se encarga de fundamentar dicho tributo: “Fue gracias al aporte de nuestro baterista, G.G., quien es fan de esa movie en particular y también vimos que es un personaje, al menos en este país, al cual nadie había dedicado una canción (y quizás muchos no conocen) y… ¡allí fuimos!”.
Vale destacar que la consistente interpretación del trío protagónico encuentra su correlato en los actores musicales invitados para la ocasión y que acompañan hábilmente sus andanzas: Pablo Aristein en saxo tenor, Sebastián Greschuk en trompeta, Maximiliano Herrlein en saxo barítono y Guillermo Fernández en teclados. La participación de los músicos es realzada por los propios Particulares Rockin’ Orquesta: “Los tres primeros ya nos vienen acompañando en nuestras presentaciones en vivo y conforman la línea de instrumentos de viento que elegimos para nuestro sonido (saxo tenor, trompeta y saxo barítono respectivamente), en cuanto a Guillermo Fernández lo acercó a la grabación el guitarrista y cantante Joe. Los escogimos porque sentimos que en los temas que registramos e invitamos hacía falta su aporte y su sonido para redondear el tema elegido".
¿Situación ideal para degustar placenteramente este debut discográfico de Particulares Rockin’ Orquesta?: “Compartiéndolo con gente que te haga sentir bien, como un buen viaje, no importa el lugar ni el momento del día sino la buena predisposición y sobre todo, disfrutarlo de la manera que cada uno crea necesaria”...
Preparate para vivir un viaje por rutas que destilan un añejo y genuino rock salvaje como sólo Particulares Rockin’ Orquesta puede ofrecerte.


Ficha Técnica:
Nombre: Particulares Rockin Orquesta
Año: 2011
Actores Protagónicos: Spärrow (bajo y voz); Joe (guitarras); GG (batería).
Actores Invitados: Pablo Aristein (Saxo Tenor); Sebastián Greschuk (Trompeta); Maximiliano Herrlein (Saxo Barítono) y Guillermo Fernández (Teclados).
Grabado en: MMIX & MMX en Sauce Viejo & Santa Fe por Gonzalo Javier Torres para Sonic Wave Digital Studios. Mezclado y masterizado en: MMX por Gonzalo Javier Torres y Jose Ignacio Alfageme en Sonic Wave Digital Studios. Asistente: Marcelo Cornut. Producción Artística: Gonzalo Javier Torres.
Todos los temas compuestos por: José Ignacio Alfageme & Jose Chemes.
Arreglos: José Chemes. Concepto Artístico: José Ignacio Alfageme. Diseño & Fotografía: Bunker!
Sello: Discográfica Del Arrabal.


:: Dato: Particulares Rockin´Orquesta presentará este material discográfico el Domingo 12 de junio en la Sala Mayor del Teatro Municipal 1° de Mayo - (San Martín 2020) // Santa Fe.
Las entradas anticipadas vienen con el Cd de regalo y pueden adquirirse en las boleterías del Teatro.

lunes, 6 de junio de 2011

Whatever Nro 7: Silueta recia de cuero negro


    :: Gene Vincent, en el centro de la imagen de negro, junto a su banda The Blue Caps.

Nació como Eugene Vincent Craddock pero para todos (y para siempre) es Gene Vincent.
Después de andar gilando en la Armada (como muchos de sus colegas de aquellos años), el tipo agarra una viola luego de tener un accidente motociclístico el cual dejaría secuelas en su pierna a la largo de su agitada vida. Al toque empieza a zapar con algunas bandas de country music y a girar por algunas ciudades de Virginia.
Le pinta una onda de firmar un contrato medianamente interesante con el sello Capitol Records y ahí es donde comienza la verdadera leyenda...
Arma “su” banda, los gloriosos “Blue Caps”, esto es en el inicio del año ’56. Los tipos del sello vieron en él “algo” que podrían facturar unos buenos mangos ya que lo consideraban como un “nuevo” Elvis, que a esa altura, ya era “el” referente de frontman de rock and roll/rockabilly.
“Be Bop A Lula”… cara B del sencillo que grabarían y que generaría la leyenda convirtiendo a Gene en mito. Tenía a su vez, uno de los violeros que más influenciaron a toda una generación venidera: Cliff Gallup.
El éxito llegó, lo jodido fue mantenerlo. El sello puso toda la carne al asador en Gene y su banda, promocionando e invirtiendo fortunas, llegando a contratar a gente muy talentosa para acompañar su propia magia (como las coristas de Presley), pero todo esto no fue suficiente para mantener un éxito continuo. Gene y su estilo iban de la mano, la rebeldía, pero ésta no siempre va de la mano con el éxito y la aprobación.
Vincent agitaba de una manera inusitada para un cantante de aquella época. Mientras Presley buscaba la aprobación, Vincent buscaba la confrontación. Sus líricas no eran precisamente naif y su silueta enfundada en Black leather hacían de él una imagen poco convencional.
Para completar este combo explosivo, no podían faltar las caídas en cana y diferentes episodios de quilombos (manual del buen true rocker).
Varias estrellas de esa época no lo querían ni cerca, mucho menos compartir un escenario o una gira. A todo esto, su lesión en la gamba lo hacía sufrir otra vez más y volvía al hospital cada tanto debido a esto. Su gran banda comenzó también a cambiar de músicos y su magia inicial ya no era la misma ya que el fantástico sonido que dejó su sello fue mutando (lógicamente) al haber nuevos músicos. Aparecieron nuevos éxitos a pesar de todo esto, ya que Vincent tenía un talento innato y aparecería por primera vez en la pantalla grande, siendo también en esto, un precursor de la incursión de un rockero en la actuación.
Pero la pierna seguía molestando. Tal era su dolor, que muchas veces tenía que bajarse de giras programadas, no sólo perdiendo dinero, sino su continuidad artística. Se ve que no tenía toda la suerte que tenía que tener… a comienzos de los ’60, invita a su amigo Eddie Cochran (otro ícono rocker si los hay) a un gira por Gran Bretaña y sufren un accidente en taxi acabando con la vida de Eddie y agravando aún más su lesión de su castigada pierna generando una renguera crónica por el resto de sus días.
Cambia su público fiel yanqui por el europeo y sus shows continuaban pero internamente el tipo no era el mismo. Fue invitado por los Beatles (quienes copiaron su grandioso look en sus días de Hamburgo) a cantar con ellos. La venta de sus obras decayó de manera notable y volvería a sus pagos.
Una maldita úlcera de estómago acabaría con su vida en 1971 luego de ingresar al hospital. 36 años de puro rock dinamita. Fue el eterno adiós del “Hamlet del Rock And Roll”. CAPO TOTAL (sí, en negritas y con mayúsculas). -

> Por José I. Alfageme.