lunes, 25 de marzo de 2013

Whatever Nro 12: El Mató a un Policía Motorizado (Entrevista)
















A más de cuatro años del final de la ascendente trilogía del fin de los tiempos dedicada al nacimiento, la vida y la muerte, Él mató volvió a editar álbum, La dinastía scorpio. Consagrados dentro de la nueva escena independiente nacional, el grupo se afianza año a año y este lanzamiento confirma su gran presente musical. Entrevista con Santiago (cantante y lider).

- Pasaron cuatro años desde el último EP de la trilogía hasta este nuevo disco que acaban de terminar. ¿Qué semejanzas y diferencias encontrás entre la banda de hoy y la banda de aquel momento?
S: En algunas cosas hay nuevas búsquedas y propuestas estéticas, y en otras continuamos con una línea que nos gusta, que sentimos que todavía es fresca y nos genera placer, pero siempre trabajando sobre esos conceptos que son pilares para nosotros, reinventándolos o buscando ramificaciones.
Muchas canciones son viejas, y otras más nuevas. Algunas quedaron afuera de la trilogía por no entrar en el concepto duro que habíamos pensado para esos discos y ahora es el momento de grabarlas y mostrarlas. Igualmente, somos muy entusiastas y enamoradizos, siempre hay algo que nos copa en algún momento que queremos pasmar en nuestras canciones, tratando de ser sinceros y tratando de sentirnos bien.
Después, la idea de este disco era que sea libre de concepto, no seguir una línea puntual y que cualquier idea pueda encajar y ser desarrollada de forma infinita.

- Los discos anteriores de la banda remiten a distintas corrientes de la literatura, el cine y la música. ¿Discuten ese tipo de influencias o se da de manera natural?
Se da de manera natural. Yo al menos no pienso mucho en las letras, escribo, tratando de describir una idea con las palabras adecuadas, que me guste como suene todo y que sea concreto y directo. No es algo estructurado con un camino creativo definido, y creo que eso está bien. Con respecto a las influencias, tenemos muchas en común y la idea es plasmar esas cosas que nos impactaron a todos juntos. Me acuerdo cuando nos copamos con Dawn of the Dead, la nueva versión del clásico de George Romero, una remake con tintes más violentos y realistas, donde los zombies ahora corren y generan un clima de anarquía nunca antes visto en el cine de este género. Luego, en el transcurso de la peli, todo se vuelve más pop, con humor y con una estética medio retro y un poco kitsch intencional. Esa mezcla de cosas violentas con cosas pop, más superficiales, generan una tercera cosa, que no sé cómo llamarla, pero que es hermosa. Nos gusta jugar con esas fusiones.

- ¿Cómo los afectó el hecho de poder viajar por todo el país y hacer dos giras por Europa? ¿Ves alguna consecuencia de esas experiencias en esta nueva etapa de la banda? (desde lo estrictamente musical hasta a niveles más “organizativos” si se quiere, en relación al funcionamiento de la banda en general)
No sé si alguna influencia en lo musical. Puede ser. Todo el tiempo uno suma experiencia y esa experiencia se transforma en arte pero no puedo visualizar una conexión directa y puntual. Sí te puedo decir que soy más feliz, que conocimos mucha gente hermosa, muchos amigos, bandas increíbles (ahí puede haber influencias directas), gente que sueña y hace lo mismo que nosotros en diferentes partes del mundo, es genial. Ir a Europa fue inesperado e increíble. La segunda vez tratamos de eliminar los errores de la primera gira y salió perfecto todo, esperamos volver pronto.

- Muchos los señalan como la punta de lanza de una nueva forma de entender el rock en Argentina y, de hecho, representan un modelo a seguir para muchas bandas que recién están empezando. ¿Cómo se sienten ustedes con ese tipo de elogios o consideraciones desde afuera?
Nos encanta que lo que hacemos sirva, sea útil. Nuestro sueño no es generar una sola forma de hacer las cosas, es mostrar que hay infinitas formas de llevar a cabo un proyecto artístico. Entendemos que este mundo con un sistema salvaje busca los caminos fáciles, limitados y útiles al engranaje que sirve para seguir alimentándose a sí mismo. Pero se puede buscar alternativas. No juzgamos a nadie por como quieran llevar su banda adelante, si quieren ser independientes, si quieren firmar con un sello multinacional, si quieren salir en tele o quieren tocar en una plaza. Lo único que no queremos es que exista gente que busque limitar a otros, que diga “este arte sirve, este otro no”; los que creen que la verdad tiene que ver con una dinámica comercial, vacía y superficial, que buscan comandar monopolios artísticos sin amar el arte. Con lo fácil que es amar el arte.

- Forman parte de Laptra y han participado en distintos eventos organizados por la UMI. ¿Cómo ves el desarrollo de la música independiente en el país? ¿Creés que se ha logrado dar forma a un contexto diferente al de algunos años atrás?
Me gusta ser optimista y yo creo que todo mejoró mucho, pero también hay que profundizar más, ir a fondo, dejar todo. Hay que crear nuevos canales, más fáciles para los músicos independientes, antes de que la industria aparezca con algo nuevo y fuerte. Las nuevas tecnologías son una herramienta para aprovechar. Hay que armar festivales propios con especial foco en el arte independiente. La UMI ayudó mucho este tiempo, pero las bandas tienen que generar sus propias pandillas de ayuda mutua, sus sellos, definirlos, proponer ideas locas, cualquier cosa, y armar movidas, festivales, shows. Tener una reunión con tus compañeros de sello una noche, bebiendo y planeando, o armar un sello propio y editar artistas nuevos: no hay nada más placentero y divertido, gratificante.

- ¿Qué pensás del estado actual de la música (pop)?
Yo soy fan de un montón de bandas nuevas. Tuvimos la oportunidad de ir dos veces al Primavera Sound, que es como el centro donde se reúne lo último, lo clásico y lo mejor de la escena alternativa mundial, y fue hermoso. Pero también ves un contexto donde un montón de bandas argentinas pueden participar sin envidiarle nada a nadie. Soy feliz de vivir este momento, hay bandas geniales por todos lados y se acercan tiempos mejores aún. 

/ Por Juan Manuel Pairone.


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:: La nota completa podés leerla en el blog El Servicio Postal: www.elserviciopostal.blogspot.com.ar




viernes, 15 de marzo de 2013

Whatever Nro 12: Transformador



Transformador representa una de las grandes novedades de la escena indie actual. Los rosarinos editaron en julio del año pasado su primer álbum homónimo, con el consiguieron ubicarse en el mapa a fuerza de una propuesta atractiva, vibrante y motivadora.

Muchos nos preguntan qué estilo hacemos. Supongo que hacemos Post-Punk”. Las palabras son de Tomás Casanova, bajista de Transformador. Sí, el estilo de la banda es post-punk, pero también es mucho más y es que el grupo en su particular cóctel sonoro nos recuerda a muchas cosas y a la vez nos resultan sumamente originales... Familiares y extraños al mismo tiempo. 
Formados en el año 2010 comenzaron, al igual que muchos, haciendo covers, para posteriormente abordar sus propias canciones. A fines del 2011 les llega la oportunidad de grabar su primer disco gracias a Ignacio Espumado (Matilda) y su sello Soy Mutante. Bautizado con el mismo nombre de la banda, el disco ofrece estribillos pegadizos, tempos acelerados y una batería muy dinámica a cargo de Sebastián Azcarate. Líneas de bajo complejas, aproximadas (por momentos) a las de Gang Of Four, armonías vocales, y algún que otro cambio de ritmo inesperado. Fermín Suarez y Bruno Trivisonno reparten sus guitarras a lo largo del disco entre punteos prolijos con chorus, acordes sucios con feeling garagero y ataques desprolijos reminiscentes de Stephen Malkmus o Graham Coxon. Al final del disco, la sorpresa viene de la mano de una canción punk instrumental desaforada con desenlace noise alocado. Con ese sonido lo-fi que se ha vuelto el sello característico de muchas de las bandas más interesantes del último tiempo, Transformador opta por esa cruza entre melodía pop y ruido amateur, anti-guitar hero. En vivo las canciones muestran otra faceta, y de la composición con cierta delicadeza pasan a transformarse en manifestaciones aún más agresivas, con ritmos más acelerados, acoples y guitarras distorsionadas. La intencional desprolijidad de su forma de tocar no hace más que acrecentar la intensidad de su show, reflejando toda una manera de entender la música. De más está decir, Transformador es una banda muy recomendable y el que tenga la oportunidad de verlos en vivo, no debería desperdiciar la ocasión… con el disco no hay excusas: se puede escuchar gratuitamente desde el bandcamp de Soy Mutante. -

 / Por Lautaro Albarenque 


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lunes, 11 de marzo de 2013

Whatever Nro 12: Alternative Tentacles









Alternative Tentacles, el sello discográfico fundado en California por Jello Biafra y East Bay Ray (miembros de Dead Kennedys) lleva más de 3 décadas envolviendo a los sonidos independientes. Acá un breve pantallazo de la vida y obra del sello.

La ocasión ameritaba, ya que estos inquietos músicos querían editar un single de un himno de su propia autoría, el inmortal “California uber ulles” que aún hoy suena de manera inoxidable y corrosivo. El tema es una dura crítica al por entonces gobernador ultra conservador de California, Jerry Brown. El título de la canción hace referencia a la canción patriótica alemana popular en la época de la Alemania nazi.
La principal seña de identidad del sello ha sido siempre la independencia absoluta y la agitación, tanto política como creativa, editando mayoritariamente a grupos de punk rock, pero también otro tipo de sonidos y corrientes como los practicados por bandas tan dispares como Lard, Neurosis o Melvins.
Vale destacar que este sello formó parte de una “trilogía” de los sellos D.I.Y. (Do It Yoursefl “hazlo tu mismo”) más importantes de aquella nueva movida a comienzos de los años dorados del hardcore yanqui junto a SST (sello propiedad de Greg Ginn, guitarra y principal cara visible de los Black Flag) y Dischord (sello de Minor Treath, banda pionera de la movida Straight Edge).
Actualmente el sello es propiedad de Biafra, una de las mentes más lúcidas y ácidas de la sociedad norteamericana y que ha parido el mundillo del Rock. Sus constantes críticas a muchos aspectos de la sociedad moderna están recogidas en innumerables discos de “Spoken word”, ya que es muy habitual que se realicen este tipo de actuaciones en las que el protagonista principal es la palabra misma.
Jello ha colaborado también con diversas bandas y artistas a lo largo de todos estos años que existe el sello, como los discos que editó junto al músico de country Mojo Nixon; NoMeansNo; Lard - junto a los entonces cerebros de Ministry, Al Jourgensen y Paul Baker -, hasta Crucifucks e inclusive Mumia Abu-Jamal.
Pero no todo ha sido fácil ni color de rosas en la carrera del sello del vampiro antinuclear y anti religioso. A los problemas legales que Dead Kennedys tuvieron que afrontar a mediados de los años ‘80 por la portada original de su álbum Frankenchrist (el disco favorito de Biafra de D.K.), cuyos gráficos “obscenos” obra del suizo H.R. Giger (también creador de las bestias de “Alien”), tuvieron que cambiar, se sumó más adelante, a fines de los años ’90, la demanda de sus ex compañeros de banda por las regalías del grupo!
Jello declaraba por aquellos años en que se editaba y causaba estupor este polémico disco: “Yo tuve el dudoso honor de ser la primera persona en la historia de Estados Unidos a la que llevaron a juicio por el contenido de las letras de un álbum de música, el mismísimo Frankenchrist de los Dead Kennedys. Fui absuelto, pero a resultas de aquello ninguna de las grandes cadenas de venta de discos quiso comercializar nada que llevase mi nombre o el de Alternative Tentacles.
Por aquellos años, Biafra acusaba públicamente a sus ex compañeros de no haber tenido éxito como solistas y sostenía que por esa razón es que lo demandaban. "Creo que el 99% de esta controversia tiene que ver con una fantasía de venganza", vociferaba Jello Biafra a cuatro vientos, además de catalogarlos como “músicos que bien podrían ser republicanos hechos y derechos”.
El resultado final fue que Biafra perdió todos los derechos de los discos de los “Kennedys Muertos”, los cuales son ahora propiedad del resto de los miembros del grupo, quienes han aprovechado para licenciarlos a diversos sellos por todo el mundo, además de girar bajo ese nombre aunque obviamente sin Jello al frente de la misma (visitaron inclusive nuestro país).
Incluso, se llegó a editar un disco en directo de la mejor época de la banda hace algunos años con Jello en voz.
Hacia el año 2002, y luego de muchos años de problemas y juicios, el sello  finalmente se mudó a la pequeña ciudad de Emeryville, estado de California.
En el 2009 (con motivo de la celebración de su 30° aniversario), el sello organizó un festival en el Great American Music Hall de San Francisco entre los días 5 y 7 de noviembre. Se llamó Incest-A-Thon, y en él participaron muchas de las actuales bandas que pertenecen o han pertenecido al catálogo del sello, incluyendo la nueva banda de Biafra (The Guantánamo School Of Medicine, que visitara nuestro país hace un tiempo).
Aún hoy, el sello sigue activo con la premisa inicial con la cual fue engendrado.-

> Por José I. Alfageme. 


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martes, 5 de marzo de 2013

Whatever Nro 12: Japanther

















New wave anarchism. Así fue bautizado el sonido de Japanther, dúo neoyorkino formado en las aulas del Instituto Pratt - una de las escuelas de arte más importante de Nueva York. Su último lanzamiento los encuentra en un nivel extraordinario como banda, motivo por el cual merecen su justa presentación.

Matt Reilly (bajo, casio SK1 y voces) e Ian Vanek (batería, casettes y voces) formaron Japanther en el 2001. Sus ediciones en casette, CDR, más la salida de varios singles y larga duración oficiales para sellos independientes, hicieron que el grupo fuera ganando seguidores a fuerza de canciones con una impronta punk demoledora y absorbente, capaz de dejar boquiabierto a cualquier oyente de música promedio.
 Pensado bajo un concepto art rock, el grupo no solo vuelca sus ideas en la música a la hora de llevar a cabo sus manifestaciones artísticas. Claro que lo de Japanther se aleja bastante de todo aquello que alguna vez conocimos en esas bandas con las mismas inclinaciones que unen performances arty con canciones. Sus recitales logran un extremismo controlado e irracional, enlazado con sus composiciones urgentes, excitantes, concibiendo una energía bailable y entretenida.
Beets, limes and rice es su último lanzamiento. Un disco conmovedor producido por Michael Blum, quien cuenta en su legajo con trabajos para Madonna, Michael Jackson y Suicidal Tendencies, entre otros.
Velocidad y encanto conviven en los escasos pero no por eso menos complacientes treinta minutos que dura el álbum.
Pensemos en una licuadora llena de melodías Ramoneras, la degeneración sonora y simplista de las bandas No Wave, y un incesante pedal fuzz… el resultado? Las canciones de este álbum, ideadas y pensadas con un fin: el de celebrar la vida y no tenerle miedo a la muerte, visión que llegó al dúo luego de perder a uno de sus mejores amigos (y también músico), Beau Velasco miembro de The Deah Set. Sin embargo, no hay tristeza acá: la melancolía y lo emocional retozan en un palpitante sonido punkoso, juguetón, por esta misma razón su disco termina convirtiéndose en un estimulante adictivo, de los que no dan ganas de dejar de escuchar, por lo menos hasta el momento en el que sintamos que las heridas van cicatrizando.- 

> Por Lucas Lapalma 


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viernes, 1 de marzo de 2013

Whatever Nro 12: Claravox
















Mientras Claravox estrena disco de rarezas (OHA!) y prepara la edición de la banda de sonido del nuevo corto de la cineasta Dolores Esteve, La Tierra de los Reyes con Cohetes Llameantes todavía sigue vigente en su propia deformidad y muestra a la banda en una nueva plenitud.

La Tierra de los Reyes con Cohetes Llameantes es un disco conceptual. Su temática central, la de los reptilianos y la dinastía Annunaki. No obstante, hay otra línea discursiva que recorre la totalidad de las canciones y es aquella que habla de la mutación interna de un proyecto como el de Claravox, que supo ser cuarteto y trío pero que, desde hace algunos años, está definitivamente establecido como un dúo multiforme y ecléctico a cargo de Martín Rigatuso y Facundo Rotela.
Alejados de la vertiente post-rock de su formación original -presente en sus dos primeros discos-, hoy los Claravox miran hacia adentro y, a través de la expresión pura del ruido y la distorsión, remiten al punk que los hizo crecer como músicos y como personas. Sin embargo, el espíritu de experimentación no ha caducado. Por eso, en medio del caos hay también lugar para la búsqueda de sonidos y texturas desde diferentes ópticas, con instrumentos poco conocidos y lenguajes (poéticos y musicales) en principio ajenos.
De eso se trata, entonces, La Tierra de los Reyes con Cohetes Llameantes. Sin dudas, un disco que se aleja de lo común y de lo corriente y amplía los horizontes mismos de la banda. Porque, si bien es cierto que la furia de las guitarras y el ímpetu de la batería siguen funcionando como el núcleo creativo de Rigatuso y Rotela (“Nerv nicht nephilim”, “Ángela escamas”, “Niño reptil”), son varios los momentos en los que los Claravox juegan con su propia identidad y se animan a dejar su huella en distintas tipologías de canción.
Así, dentro de ese contexto de fluidez creativa, pasajes instrumentales y coplas con referencias a My Bloody Valentine y a Atahualpa Yupanqui se mezclan con arreglos más cercanos a la línea de la banda -la exageración de las dinámicas en “Ich bin Johnny” o la batería electrónica de “Cementerio reptiliano”-. Sin embargo, la distancia prácticamente no se percibe. Todo está teñido por el mismo espíritu cuasi adolescente que destila el dúo a lo largo de todo álbum. Como si todo esto fuera, todavía, el inicio de Claravox. O, aún mejor, como si sus integrantes hubieran vuelto a nacer y estuvieran dispuestos a todo.

> Por Juan Manuel Pairone 

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