:: Silencio, disco de Los Encargados editado en 1986
Se cumple un cuarto de siglo de la salida de uno de los discos, que marcaría a fuego la forma de comprender el pop en el rock argentino. Allá por 1986 el debut de Los Encargados (y único álbum que editarían) replantearía las bases de la formula compositiva dándole un lugar capital a los sintetizadores en la esencia de las canciones.
A pesar de haber comenzado su carrera en 1982 y estar amagando en dos oportunidades con sacar un par de discos que todavía permanecen inéditos, Encargados editó el debut y despedida un año antes de desaparecer oficialmente en 1987. Pero la historia demostró que su corta carrera fue de una intensidad única. Hacía tiempo que venían arrastrando el reconocimiento de los críticos por su veta de novedosos, extraño glamour y letras melosamente explicitas a las que no les faltaban un par de metáforas espaciales o de ciencia ficción que, pueden hoy en día sonar absurdas, pero mostraban cierta inquietud e interpretación del panorama internacional. Gran parte de la herencia de la new wave se asomaba por sus hombros y miraba un suelo donde todavía no había dejado alguna huella.
Silencio salió al mercado y se volvió un éxito. De ahí la paradójica anécdota, ya que parecería ser un disco cuasi olvidado en nuestros días a pesar de haber sido elegido disco del año, "Sangre en el Volcán" escalaba charts y Soda Stereo tomó “Trátame Suavemente” y la hizo explotar. El replanteo fue tal, que las subsiguientes bandas pop sin querer (o queriendo) estuvieron influenciadas por Los Encargados. Y eso que el álbum no tiene guitarras, sino que es un entretenido crucigrama de tecno pop, abrasivo, dulce, lleno de relieves. Una cadena montañosa de nuevas sonoridades.
En la bastante extrema escena del rock argentino de la década de 1980 es incuestionable la posición que toma el pop replanteándose como movimiento, sin ir más lejos Virus es un claro ejemplo. La tecnología comenzaba a ocupar un nuevo lugar en el proceso de grabación y composición, eso despertó incertidumbre en dogmáticos de las anteriores formas, en muchos casos.
Pero de todo eso se trata la reinvención, la inquietud, el movimiento. Por eso conmemorar los 25 años de Silencio, que amado y detestado fue uno de los trabajos musicales decisivos para lo que seguiría después. Joya subterránea como pocas y comienzo de lo que sería la alucinante carrera de Daniel Melero en su faceta de visionario productor y compositor. Hay que recordarlo como lo que es, ese momento específico, esas ecuaciones únicas y fórmulas poderosas. Ese laboratorio que por defecto la música debería ser.-
> Por Luis Meinberg
que buenooooooooooooooooooooo
ResponderEliminarme encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Que genial, un groso este pupper.
ResponderEliminarEscuchaste Orquesta, el disco de Cutaia/Melero del 85?
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