Stray Cats - Stray cats (1981)
Formados allá por 1979, estos tres músicos neoyorquinos amantes de los viejos sonidos de la “Sun Records” y de altos jopos (anteriormente llamados “Tom Cats”) son los principales responsables del revival del rockabilly a principios de los '80, en gran parte gracias a la aparición también en las islas británicas del fenómeno “Teddy Boy” a fines de los '70 y principios de la década siguiente.
Este disco debut hizo que el trío sea reconocido en su país de origen luego de un gran suceso a partir de varios shows en el viejo continente y en parte gracias a las “majestades satánicas”, que luego de verlos rockear en vivo decidieron llevarlos de gira con ellos a los Estados Unidos.
Fue con este grandioso LP (editado originalmente por la división inglesa del sello Arista Records), donde sus seguidores pueden deleitarse aún hoy con tres de los temas más emblemáticos del grupo: "Runaway boys", "Rock this town" y su caballito de batalla, el melódicamente genial y pegajoso "Stray cat strut".
Por otra parte, este disco contiene uno de los pocos temas en la carrera del grupo con tinte político y hasta un acercamiento al punk '77 (“Storm the embassy”), el cual trata la crisis iraní y la explosión de la embajada en Inglaterra.
Lo más llamativo de este primer trabajo (que originalmente no fue editado en Estados Unidos) que consta de 12 canciones, es que eran tres músicos muy jóvenes y muestran ya una madurez y un sonido que a muchas bandas les lleva una carrera conseguirlo, o acercarse mínimamente a él.
Era completamente extraño para esa época ver un baterista que podía tocar y cantar de parado, solamente armado con un bombo y un redoblante en el escenario. Que decir del gran talento que imprime Setzer desde sus seis cuerdas, incorporando yeites y una técnica envidiable a un género con sus propios límites. La gran facultad de este violero para moverse por otros géneros como el swing y el jazz principalmente, hacen también que Stray Cats y todos sus proyectos posteriores tengan su sello tan particular y una enorme calidad artística. Para completar este cuadro, ahí estaba Rocker y su contrabajo endiablado. Se puede decir que también él fue un poco el responsable de la vuelta de este enorme instrumento al rock y la técnica del slap aplicado a este género, como los grandes y viejos contrabajistas de las bandas de los '50 (Bill Black, de Elvis Presley Band, es el ejemplo más conocido).
Gracias a esta joya sonora (producida por Dave Edmunds, que también colabora en la autoría de un tema junto a Setzer), logran llegar a Japón y Australia, logrando popularidad a nivel mundial a sólo dos años de haberse formado.
Esta es otra de las pocas bandas que pueden jactarse de mantener su original y única formación desde su nacimiento: el talentoso Brian Setzer en voz, y guitarra eléctrica, Leon “Lee Rocker” Drucker en contrabajo, voces y coros y James Mc Dowell en stand up drums y coros (más conocido en el ambiente rocker como “Slim Jim Phantom”).
Con los años la banda gestaría otros buenos discos, pero este puntapié inicial le imprimió la futura personalidad al trío por las décadas siguientes y también hicieron escuela en mantener vivo un género olvidado por años y que aún hoy sigue vivo en gran parte de su legado.
Infaltable en toda discografía de amantes del género en particular y seguidores del buen rock and roll de todos los estilos.
Por José I. Alfageme.
fooo
ResponderEliminarwathever
que grande
esto es de mi epoca
muy bien ahi