viernes, 24 de septiembre de 2010

Whatever Nro 2: Adiós amigos


La noticia se conoció hace muy poco y la verdad no levantó mucho polvo entre las huestes rockeras. Lamentablemente los Supergrass se acaban de separar hace unos meses.
Protagonistas de lujo de la escena Brit rock (ese banderazo británico de respuesta al grunge americano de principio de los 90s), el trío de Oxford se dió a conocer de la mano de I should coco (1995), una obra  que  contaba  con  inmediatez, frescura y una agraciada lista de buenas canciones con revisionismo mod, actitud punk, rebrotes glam y éxodos psicodélicos - características que llevaron al conjunto a jugar entre estilos que dominaban como si fueran viejos lobos del rock inglés. Así pasaron In it for the money (1997), título con guiño a Zappa, que los encontró más psicodélicos y menos acelerados pero igual de enérgicos. Su álbum Supergrass (1999) los halló más maduros, al frente de canciones más relajadas, un mal, o cualidad que afectó a gran parte de las bandas británicas a fines de siglo. Para 2002 el revival rockero que se hizo sentir de la mano de las bandas “The”, los encontró editando Life on other planets. Nuevamente los fantasmas del rock tradicional inglés sobrevolaban las canciones mágicas y misteriosas del  trío. Esto contentó a fanáticos, seguidores, críticos y a quienes escucharon este álbum, considerado uno de los mejores de su carrera. Dos años después sacaron Supergrass is 10, una recomendada recopilación de singles que dejó en claro que la banda se había ganado un lugar dentro de los grandes grupos de guitarras dados por el rock pop en los últimos 15 años a pesar de ser injustamente no reconocidos por la margen popular del género. De ahí en adelante la carrera artística de la banda no tuvo control compositivo y se dejó llevar  por  los  ritmos inexplotables del rock.
Sus dos últimos discos: Road to Rouen (2005) y Diamond hoo ha (2008) sirvieron para dejar en su legado canciones que experimentaban con géneros como el folk, el  soul, y el rock épico, sin dejar de sonar nunca a Supergrass, sin siquiera perder un ápice del rock que convirtió su sonido en una  marca registrada que distinguirá a los  de Oxford de por vida.                                                                       

> Por  Lucas S. Lapalma

2 comentarios:

  1. que bueno que esta supergras. van a volver seguro cuando ya no tengan mas guita, jejeje.

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