lunes, 6 de junio de 2011

Whatever Nro 7: Silueta recia de cuero negro


    :: Gene Vincent, en el centro de la imagen de negro, junto a su banda The Blue Caps.

Nació como Eugene Vincent Craddock pero para todos (y para siempre) es Gene Vincent.
Después de andar gilando en la Armada (como muchos de sus colegas de aquellos años), el tipo agarra una viola luego de tener un accidente motociclístico el cual dejaría secuelas en su pierna a la largo de su agitada vida. Al toque empieza a zapar con algunas bandas de country music y a girar por algunas ciudades de Virginia.
Le pinta una onda de firmar un contrato medianamente interesante con el sello Capitol Records y ahí es donde comienza la verdadera leyenda...
Arma “su” banda, los gloriosos “Blue Caps”, esto es en el inicio del año ’56. Los tipos del sello vieron en él “algo” que podrían facturar unos buenos mangos ya que lo consideraban como un “nuevo” Elvis, que a esa altura, ya era “el” referente de frontman de rock and roll/rockabilly.
“Be Bop A Lula”… cara B del sencillo que grabarían y que generaría la leyenda convirtiendo a Gene en mito. Tenía a su vez, uno de los violeros que más influenciaron a toda una generación venidera: Cliff Gallup.
El éxito llegó, lo jodido fue mantenerlo. El sello puso toda la carne al asador en Gene y su banda, promocionando e invirtiendo fortunas, llegando a contratar a gente muy talentosa para acompañar su propia magia (como las coristas de Presley), pero todo esto no fue suficiente para mantener un éxito continuo. Gene y su estilo iban de la mano, la rebeldía, pero ésta no siempre va de la mano con el éxito y la aprobación.
Vincent agitaba de una manera inusitada para un cantante de aquella época. Mientras Presley buscaba la aprobación, Vincent buscaba la confrontación. Sus líricas no eran precisamente naif y su silueta enfundada en Black leather hacían de él una imagen poco convencional.
Para completar este combo explosivo, no podían faltar las caídas en cana y diferentes episodios de quilombos (manual del buen true rocker).
Varias estrellas de esa época no lo querían ni cerca, mucho menos compartir un escenario o una gira. A todo esto, su lesión en la gamba lo hacía sufrir otra vez más y volvía al hospital cada tanto debido a esto. Su gran banda comenzó también a cambiar de músicos y su magia inicial ya no era la misma ya que el fantástico sonido que dejó su sello fue mutando (lógicamente) al haber nuevos músicos. Aparecieron nuevos éxitos a pesar de todo esto, ya que Vincent tenía un talento innato y aparecería por primera vez en la pantalla grande, siendo también en esto, un precursor de la incursión de un rockero en la actuación.
Pero la pierna seguía molestando. Tal era su dolor, que muchas veces tenía que bajarse de giras programadas, no sólo perdiendo dinero, sino su continuidad artística. Se ve que no tenía toda la suerte que tenía que tener… a comienzos de los ’60, invita a su amigo Eddie Cochran (otro ícono rocker si los hay) a un gira por Gran Bretaña y sufren un accidente en taxi acabando con la vida de Eddie y agravando aún más su lesión de su castigada pierna generando una renguera crónica por el resto de sus días.
Cambia su público fiel yanqui por el europeo y sus shows continuaban pero internamente el tipo no era el mismo. Fue invitado por los Beatles (quienes copiaron su grandioso look en sus días de Hamburgo) a cantar con ellos. La venta de sus obras decayó de manera notable y volvería a sus pagos.
Una maldita úlcera de estómago acabaría con su vida en 1971 luego de ingresar al hospital. 36 años de puro rock dinamita. Fue el eterno adiós del “Hamlet del Rock And Roll”. CAPO TOTAL (sí, en negritas y con mayúsculas). -

> Por José I. Alfageme.

1 comentario:

  1. excelente!
    sweet gene vincent!! como decia ian dury!

    http://juansrockinrecords.blogspot.com/

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