martes, 27 de marzo de 2012

Whatever Nro 11: Mark Sultan
















Mark Sultan es una de las principales figuras de la escena garage punk canadiense, venerado y mimado por lo que demostró ser en sus años como músico: un compositor vivaz y deleitable.

A mediados de los 90s la Blues Explosion comenzaba a  replantearse los sonidos revoltosos y sucios del rock&roll. Unos años después los White Stripes agrandarían el camino y una camada de grupos con aire vintage y primitivo sacudía las nuevas escenas. Entre ellos, aportando su granito de arena, se encontraba el músico Mark Sultan con sus incorregibles bandas: Les Sexareenos, Spaceshit, Almighty Defenders (junto a los Black Lips), y los increíblemente buenos King Khan 6 The BBQ Show (donde Mark cantaba, tocaba la guitarra, y al mismo tiempo con sus pies hacia la percusiones)
Hoy, al igual que en ese entonces, Mark sigue sacudiendo con acordes el espectro rockero. Alejado de las listas hypeadas de bandas y solistas under, compuso y editó el año pasado un álbum doble: Whatever  I want, y Whenever  I want, repleto de canciones de corta duración, en las que demuestra como con muy poco se puede obtener resultados emocionantes, vibrantes y nostálgicos.
Mark gusta mucho de los sonidos retro y de las canciones con sonido a la vieja escuela del rock’n’roll y el r&b, moviéndose con soltura entre el garage punk y el surf pop. Su fórmula es básica: guitarra, bajo, batería y voces, con eso le alcanzó para esculpir un disco a la vieja usanza. Grabaciones caseras que el propio Mark se encargó de tocar instrumento por instrumento con una sujeción asombrosa, además de cantar en casi todos los tracks.
Podríamos definir a Sultan como un artista con espíritu salvaje que entrega su alma y todo lo que puede en cada canción, llegando a dejarnos atónitos aún con la simpleza instrumental que cuentan gemas fascinantes como “Never coming home”; “Graveyard eyes”; “Not another day”; “Apophis to the slaughter” o “In future words”.
Estos trabajos editados solamente en vinilo ya cuentan con una recomendable compilación lanzada a fines del año pasado intitulada Whatever/Whenever, que resume en tan solo 13 canciones el idílico trabajo realizado en su disco doble por este nuevo viejo animador del garaje rock que merece más que un poco de atención. –

> Por  Lucas S. Lapalma

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